El hombre trota despacio. Bajo sus pies la ciudad y el mundo vibran, corren. No hay fatiga en su rostro. Metros y kilómetros se rinden ante su intento: “la gente ha corrido dentro de mí”Por esa suerte de persistencia que la acompaña desde hace ocho años cuando un dictamen le sentenció escasos meses de vida por un cáncer de pulmón, Benigno López González correrá otra vez por la vida en el más arriesgado reto que ha encarado en su existencia.
No será a lo largo de la isla como lo ha concebido desde que el influjo del canadiense Terry Fox lo llevara a buscar en el ejercicio físico y los maratones en particular, una forma sana de agregar gramos a su vida.
Lo hará a lo ancho del país cuando desde el próximo día 13 de agosto emprenda una maratón desde Yaguajay hasta Trinidad bajo el pomposo nombre de “Mi norte es el sur”
“Es un sueño que he acariciado durante todos estos años, no importan las consecuencias”, ha dicho el espirituano que ya ha devorado kilómetros de preparación y “ensayo” de la trayectoria.
“Quise iniciar ese día por la significación de la fecha: el cumpleaños de Fidel y la motivación especial es dedicársela al presidente venezolano Hugo Chávez y a los Cinco Héroes Prisioneros del Imperio”.
El trayecto iniciará a las siete de la mañana en la Playa Vitoria, de Yaguajay, con una parada breve en el Monumento a Camilo Cienfuegos para rendirle homenaje. Comprende unos 150 kilómetros”
“Hemos consultado los médicos y la dosificación de la carrera será de unos diez kilómetros diarios, serán 16 días de carrera, cada tres días, descansamos uno, ya esa distancia la he practicado durante estos días, el objetivo es que durante el recorrido se nos sumen todas las personas que quieran de los lugares por donde vamos a pasar, siempre lo vamos a hacer en las mañanas que es más fresca”
“He recibido el apoyo de mucha gente para este empeño: la Cruz Roja, el INDER, la policía y la población en general con su apoyo.
Apodado aquí como el Terry Fox cubano, en homenaje al joven canadiense que, con una sola pierna, emprendió una carrera por todo el país para sumar adeptos en la lucha contra el cáncer y murió antes de concluirla, Benigno ha realizado varios maratones en Sancti Spíritus, practica ejercicios habitualmente y corre todos los días por las calles de la ciudad.
Ha sido la mística de su existencia, ha sido la razón para enfrentar a una enfermedad que ha debido “ceder” ante su empeño: Sentí temor, no encontraba consuelo, lloraba mucho, no tenía paz y me preguntaba cada noche, por qué me tocaba a mí”
En solo días comenzó a devorar los primeros metros de su maratón de largo aliento: “Me dediqué a estudiar mi enfermedad, comencé a ser una persona diferente, más justa, quise ser de nuevo aquel niño saludable, que andaba en short y descalzo, pero era feliz o el joven que estuvo en las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias)”
Se armó de voluntad y convicciones, se aferró a sueños y comenzó a ganar metas: “Descubrí lo que hizo el joven canadiense Terry Fox, que con un cáncer terminal y una sola pierna recorrió parte de Canadá y hace unos años acaricié el propósito de hacer lo mismo en mi país: “Ya estaba recibiendo radiaciones, `pero comencé a correr en la pista, todo el mundo me criticaba, mi familia y los médicos no estaban de acuerdo, en los primeros 800 metros a la pista me faltaba mucho el aire, lo hice en 30 minutos, ahora en ese tiempo doy diez vueltas”
Ha sido una carrera de obstáculos. De puertas y oídos cerrados. De escepticismos. De manos amigas también: “Todo lo he hecho de manera autodidacta, los profesores del deporte me han orientado, me han ayudado al igual que algunos funcionarios del deporte. Los médicos creen en mi, muchas personas se me acercan y trato de darles, además de orientación, amor, cuando corro me siento con mucha capacidad, mucha energía, en la pista he visto cómo muchas personas obesas, hipertensas, diabéticas mejoran y hasta la patología desaparece”
Cada metro vencido agrega un gramo de salud y un minuto de vida. No es una lucha contra molinos. Ni siquiera la aceptación de un reto: “No soy un loco como algunos piensan. En la pista ya hice el intento de la carrera por Cuba y corrí esa distancia que son mil 720 km, es un promedio de cinco o seis kilómetros por día, quiero además en cada pueblo trasmitir mis conocimientos a las personas para que sepan que la cura de cualquier enfermedad está en la prevención, en la importancia de tener una adecuada alimentación natural; y sobre todo la voluntad, quiero además recoger al menos un peso por cada cubano para donarlo a la lucha contra el cáncer”.
“Tenemos un proyecto comunitario en el municipio espirituano, de hacer carreras en diferentes lugares e incorporar a muchas personas enfermas o sanas en función de promover salud. La carrera por Cuba es mi sueño, quiero dedicarla a los que han fallecido de cáncer, a los enfermos, a los que van a enfermar, solo espero que me
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